
Mientras me recostaba en aquel barco, acurrucando mi cabeza sobre una gruesa frazada miraba el cielo oscuro desde aquel pequeño barco de madera, la pintura del barco la ignoraba solamente se percibía el plateado eterno de la luna que se encontraba en su punto mas alto, aquella vela sin manta sobresalía y estorbaba un poco mi visión, pero mi objetivo era ver aquella hermosa luna, los minutos pasaban lentamente mientras aquella dama blanca me enamoraba con sus hermosa sonrisa. El sonido del oleaje que golpeteaba el barco me arrullaba al igual que su movimiento ondulante, me hacia dormitar soñando levemente que aquella única e inigualable sonrisa solamente me pertenecía a mi y a nadie mas.Una hora había pasado, desde que había comenzado a contemplar a mi dama plateada, mi única alegría e inspiración, y el sonido de la ciudad comenzaba a hacerse cada vez mas fuerte mientras la luz de la ciudad comenzaba ya a interferir con mi mas bello panorama, la decepción comenzó a correr por mi sangre, el enojo y la ira comenzaba a manchar mi alma.
-No he de actuar de esta manera frente a mi amada...
me dije varias veces en mi mente mientras calmaba lo que me irritaba y externe
-¡Idiotas aquellos que no saben admirarte y rendirte respeto amada mía!, ¡tontas son las personas que no saben alabarte y agradecerte la oscuridad que contigo traes! ¡Torpes humanos que no han de merecer tu reino pacifico y sereno!
Gritaba mientras me iba poniendo de pie en el barco junto con el movimiento del olaje que se estaba volviendo mas fuerte, el aire por consecuente se había hecho juguetón y tosco a la vez, pero seguía siento refrescante y deseable, tome las cuerdas que aferraban el barco al pequeño y sencillo muelle de madera, deshice el nudo y lancé la cuerda al mar. Veía como aquella se iba desvaneciendo en la profundidad del extenso mar; lancé una carcajada extraña que abordaba la obsesión y la locura a la vez
- Señora mía, hermosa dama de los cielos nocturnos... hoy será la noche, en que tu y yo nos fusionemos transformando lo bello, en lo mas hermoso, tu tristeza en alegría y tu sonrisa en risas...
dije mientras veía mi reflejo en el mar, mi imagen se distorsionaba, era amorfa y no era muy perceptible, era abstracta, me dije en mis interiores mientras tomaba los remos y que se encontraban dentro de la pequeña embarcación. Las horas comenzaron a pasar mientras al horizonte veía y la playa luminiscente a causa de sus comercios y sus anuncios luminosos
- es el momento de dejar todo atrás y acercarme a ti... a mi único lugar...
deje de remar y nuevamente me acosté acurrucando una vez mas mi cabella, la luz de la luna era intensa y mas hermosa, llena de esperanza y verdad. Así pasaron las horas, hablando como amantes la luna y yo hasta que poco a poco el cielo se fue clareando y mi joven dama se escapaba, le gritaba que regresara, pero no hacia caso, gritaba y solo desgarraba mi voz, y en ese instante comprendí... que ella nunca iba a corresponder mi amor eterno...Mis esperanzas desvanecidas... mis sueños rotos... nada me quedo... solo este fuerte deseo de morir en el amargo abrazo del océano...
Fin
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