
Sonidos nocturnos, voces inquietantes, revolotea mi imaginación al mirar el vació de mi habitación, a través de aquel gran ventanal la luz de la luna entraba iluminando lo que podría ser una recamara de mi creación, pura fantasía; música resuena en la recamara, reconozco la pieza, es un triste vals, la melancolía recorría mis venas, el ardor de mis penas las desgarraba, mientras dejaba un rastro de sangre sobre mis verduscas sabanas, me puse de pie observando fijamente como la puerta se desvanecía dejándome solo en un cubo luminoso; mi mundo comienza a girar, mis brazos se extienden como si tratase de abrazar algo, la sangre de mis manos salpicaba aquellas paredes brillantes mientras algunas gotas quedaban suspendidas en el ambiente etéreo, de pronto la música cesó y el lugar transmuto; concreto, frió y áspero, mi vestimenta cambiaba, transformando mis pijamas en hermosos ropajes de un duque modernista, la gabardina marrón abrochada únicamente al primer botón, la camisa blanca a rayas cobrizas, el pantalón de vestir de color tabaco oscuro y zapatos de la misma tonalidad. Mis pasos resonaban mientras aquel cubo luminoso se desplegaba, la realidad nuevamente cambiaba a alguna calle de mi ciudad, gris y fría; olores mezclados entre la lluvia y café, las luces radiantes de los anuncios y las televisiones con el noticiero perturbaban mi psiquis. Mis ojos color marrón se perdían en el horizonte urbanizado; fábricas, tiendas departamentales, electrónicas, autobuses y autos eran las ataduras que mantienen a los humanos apegados a la colectiva falacia que denominan “vida”.
El ajetreó de gente caminando con estrés opacaba mis pensamientos y provocaban un gran dolor de cabeza, mientras el sonido prehispánico de mi tierra se pierde a la lejanía; tradiciones y danzas las recuerdo con gran ahínco gracias al aprendizajes de mis antepasados; herbolaria y chamanismo parte primordial de la medicina que el tiempo ha dejado atrás. ¿Que mas he de hacer?, solo queda el triste y lejano recuerdo de una y olvidada civilización que racistamente despreciamos para adoptar costumbres occidentales; me miro y veo mi vestimenta, -¡repúgnate apariencia! , -musite, mientras comenzaba a despojarme de los harapos más extravagantes y finos que tenia encima.
Ya sin ningún ropaje miro con desprecio aquellas telas importadas, me enojo y pisoteo aquellas cosas sin algún valor cultural.
El lugar y las personas que estaban ahí presentes no me importaban, por que tenían su pequeña y cerrada mente ocupada con problemas materialistas y sin trascendencia; mi sangre enfurecida recorre las arterias y venas con gran fuerza, la siento quemar mis adentros, el orgulloso maya moderno que en mis adentros descansaba renace para tomar posesión de las tierras que le pertenecen, para recuperar lo perdido y regresar a ser uno con la naturaleza.
De pronto todo se desvanece, el ruido distorsionaba la realidad en la que me encontraba, me doy cuenta que todo era mas que un simple sueño lucido, miro mi alrededor y aun sigo siendo un inútil traidor con costumbres occidentales.
[…puede que sea tarde…]
[…corregir todos los errores del pasado…]
[…puedo pensar en prevenir los errores del futuro…]
El ajetreó de gente caminando con estrés opacaba mis pensamientos y provocaban un gran dolor de cabeza, mientras el sonido prehispánico de mi tierra se pierde a la lejanía; tradiciones y danzas las recuerdo con gran ahínco gracias al aprendizajes de mis antepasados; herbolaria y chamanismo parte primordial de la medicina que el tiempo ha dejado atrás. ¿Que mas he de hacer?, solo queda el triste y lejano recuerdo de una y olvidada civilización que racistamente despreciamos para adoptar costumbres occidentales; me miro y veo mi vestimenta, -¡repúgnate apariencia! , -musite, mientras comenzaba a despojarme de los harapos más extravagantes y finos que tenia encima.
Ya sin ningún ropaje miro con desprecio aquellas telas importadas, me enojo y pisoteo aquellas cosas sin algún valor cultural.
El lugar y las personas que estaban ahí presentes no me importaban, por que tenían su pequeña y cerrada mente ocupada con problemas materialistas y sin trascendencia; mi sangre enfurecida recorre las arterias y venas con gran fuerza, la siento quemar mis adentros, el orgulloso maya moderno que en mis adentros descansaba renace para tomar posesión de las tierras que le pertenecen, para recuperar lo perdido y regresar a ser uno con la naturaleza.
De pronto todo se desvanece, el ruido distorsionaba la realidad en la que me encontraba, me doy cuenta que todo era mas que un simple sueño lucido, miro mi alrededor y aun sigo siendo un inútil traidor con costumbres occidentales.
[…puede que sea tarde…]
[…corregir todos los errores del pasado…]
[…puedo pensar en prevenir los errores del futuro…]